La Plaza de Armas de Arequipa inició su construcción en 1541, en casi cinco siglos de historia ha sido testigo de incendios, terremotos y revoluciones. Siempre ha sido, y continua siendo, el epicentro cultural, histórico y social de nuestra ciudad. Desde nuestro pequeño espacio, Plaza Central, es un honor seguir contribuyendo a su larga historia y desarrollo.
Por todo el centro histórico de la ciudad, Arequipa se muestra como el resultado de un idilio amoroso entre la historia y la modernidad. ¡Hay tanto para ver y explorar en cada rincón de la ciudad!
Vida nocturna, restaurantes, cafeterías, así como galerías de arte, tiendas de ropa y locales culturales, están a poca distancia de la comodidad de su habitación en el Hotel Plaza Central.
Por ello, no debería sorprenderle encontrar tanta alegría y diversión explorando sus hermosas calles y todo lo bueno que brilla en ellas.
Si camina sólo una manzana hacia el norte, cruzando la Plaza de Armas, llegará a Mercaderes, una calle peatonal adoquinada repleta de librerías, cafeterías y tiendas de delicatessen, pizzerías con horno de piedra, tiendas de ropa, joyerías y mucho más.
Y si su intuición le lleva hacia el sur, puede caminar por la calle Puente Bolognesi y descubrir las numerosas tiendas de artículos de cuero, música y arte hasta llegar a nuestro «Puente Bolognesi», construido en sillar hace 400 años. Una vez allí, sírvase hacer una pausa para disfrutar de la maravillosa vista de la ciudad, el río Chili y el volcán Misti.
¿Quiere vivir una experiencia gastronómica única? Si camina un par de manzanas hacia el sureste encontrará Mumis, donde podrá deleitarse con platos gourmet que combinan pastas italianas (hechas a mano) con deliciosos ingredientes locales como la trucha, la alpaca o los rocotos y papayas arequipeñas. A un par de minutos caminando hacia el oeste por la calle Santa Catalina encontrará el restaurante Chicha, especializado en platos gourmet de inspiración local, así como Trece Monjas, un bar y restaurante que rezuma buen gusto, estilo y energías (todo ello discretamente observado por la preciosa bóveda de sillar de 300 años de antigüedad en Trece Monjas).
Una mañana cálida y soleada después del brunch en Arequipa puede ser el momento perfecto para ir por algunos recuerdos hechos en sillar, unos pendientes de plata o un sweater de alpaca. Después de todo, sólo toma cinco minutos caminar hasta la Plaza San Francisco y su feria artesanal, donde se pueden encontrar todo tipo de bonitos regalos, arte y souvenirs.
Teniendo todo esto en cuenta, alojarse en el Hotel Plaza Central significa que todos los lugares emocionantes y mágicos de Arequipa están simplemente a un paso de distancia. Explore y encuentre un mundo oculto de tesoros. ¡Cuéntenos lo que descubrió!